domingo, 4 de diciembre de 2011

LA BANDERA DE HADI



No puedo recordar a mi madre. A veces cierro los ojos y me obligo a evocarla. Sus rasgos se desdibujan en mi mente, otras la veo como si la tuviera delante: en un gesto, en una palabra o en una sonrisa de la abuela.

Una niña recuerda el día en el que se hizo mayor, de repente. Su madre había desaparecido. El relato continua en Si tu supieras...

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